Tardes con arte;
Calles llenas de luz,
Brisa que baja de la montaña,
y un pequeño juego de cartas.
Tus ojos brillaban al contar tus pequeñas batallas.
Escuche todas tus historias llenas de piratas.
Cables y mas cables que formaban el tiempo,
tiempo que a tu lado volaba como el viento,
dejando tu aroma, cubrir sobre aquellas farolas,
testigos de la noche, alumbraban nuestras historias.
Tus manos arrugadas por el paso del tiempo,
me indicaban sin palabras el sudor y el esfuerzo,
de haber creado una familia sin dinero.
Nunca el miedo se apodero de tí, decias,
pero eso no era cierto, pobre inocencia la mia,
que no pudo ver la falsedad y las mentiras,
fruto de tu amor, me protegías.
Para no hacerme daño al ver la realidad madura,
de un mundo vacío repleto de hipocresía.
Ya no quedan esas calles, ni esas luces.
Ya no quedan mas que mis bahúles,
con nuestros recuerdos que guardo con anhelo,
aún ignorante sueño, con revivir aquellos tiempos,
imposible para mi, os fuistes, os perdí,
¿Como habría sido si tu hubieras estado aquí?.
